La inocencia toco la puerta
Y hubo que salir corriendo a las calles a buscarte
A escribir poemas insípidos
A enamorar muchachas de cartón piedra
Pero ninguna tenía tu sonrisa
Ni la mirada
Y el dolor fue grande
Inmenso
Oscuro
Y hermoso
Como la muerte misma.
Y hubo que salir corriendo a las calles a buscarte
A escribir poemas insípidos
A enamorar muchachas de cartón piedra
Pero ninguna tenía tu sonrisa
Ni la mirada
Y el dolor fue grande
Inmenso
Oscuro
Y hermoso
Como la muerte misma.